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miércoles, 15 de enero de 2014

Pandora... y el fuego contra los topillos

“Y en esta corona estaban esculpidas numerosas imágenes, admirable a la vista, de todos los animales a quienes alimentaban la tierra firme y el mar”

“Mito de la creación de Pandora”
Teogonía de Hesíodo

  
Pandora (Argynnis pandora) descansando en el suelo

Comenzaremos hablando del topillo campesino (Microtus arvalis). Este roedor es ya un habitante más de los campos salmantinos, especialmente al noreste de la provincia. En realidad lo es de gran parte del centro de Castilla y León.  El topillo no fue siempre tan abundante en estas zonas pseudo esteparias, pero vino para quedarse. Su expansión desde las montañas del norte peninsular bien podría estar relacionada con la proliferación de la agricultura intensiva de regadío, ya que la elevada humedad del suelo es uno de sus factores ecológicos fundamentales. El incremento de sus poblaciones ha alcanzado la categoría de plaga en algunos años, como la plaga de 2007 que causó numerosos daños en los cultivos de regadío. Se iniciaron entonces varias campañas de erradicación auspiciadas por la administración, tras la demanda de medidas por parte de los agricultores afectados. El uso de rodenticidas se generalizó, llenando los campos de tubos rojos con veneno, que aún siguen encontrándose diseminados varios años después en cunetas y lindes. El impacto de esta metodología fue muy negativo para las poblaciones de otros mamíferos y depredadores que se vieron afectados directa e indirectamente; sin menoscabar el impacto que causó tal cantidad de plástico abandonado en el medio ambiente constituyendo un residuo difícil de gestionar dada su dispersión.
Han sido tomadas otro tipo de medidas mucho más sensatas por parte de otros grupos. Tal es el caso del control biológico de plagas promulgado por SEO Salamanca en la zona de Peñaranda de Bracamonte. La colocación de posaderos en bordes de caminos y cunetas favorece la presencia de rapaces, predadores del topillo, como ratoneros y cernícalos.
Las medidas más recientes tomadas este invierno por agricultores de la Moraña (Ávila), con el apoyo de las instituciones, está siendo el uso de incendios prescritos en linderos y cunetas. Además de su ineficacia este método causa un enorme impacto en el resto de la fauna que utiliza esta vegetación de estos eriales cómo refugio. Estamos pensando en muchas aves y mamíferos que hacen uso de estas zonas, pero también hay otros organismos como los insectos que viven en los posíos aletargados todo el invierno. Un ejemplo es la mariposa Pandora (Argynnis pandora). La oruga de este lepidóptero hiberna aletargada entre la vegetación ruderal y el suelo, para salir en primavera a alimentarse y trasformarse en crisálida. Emerge en junio y durante el verano se alimenta de néctar contribuyendo a la polinización de muchas plantas. Es frecuente verla descansando en gordolobos (Verbascum thapsus) y acianos (Centaurea cyanos), especies vegetales típicas de cunetas y bordes de caminos.

Aciano, planta muy común en cunetas y bordes de caminos en la zona noreste de la provincia de Salamanca

El mito de Prometeo explica como el fuego llegó a manos de los hombres para controlar la naturaleza. Pero puede ser usado para destruirla también. La esperanza reside en actuar con responsabilidad y entender la naturaleza como un todo, constituida por interrelaciones muy complejas.
En el siguiente enlace muestro el capítulo de la serie Mitos y leyendas de Televisión Española para recordar el mito de Prometeo y Pandora. Sirva para la reflexión.


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