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sábado, 3 de mayo de 2014

Bosques salmantinos: Encinar

En la provincia de Salamanca existen multitud de encinares con una gran importancia florística. A menudo sólo nos fijamos en las imponentes encinas que dominan el paisaje, pero en los encinares adehesados y bosques de encinas se halla una rica flora fundamental para la sostenibilidad de los recursos y de otros aprovechamientos tradicionales. En uno de mis paseos por uno de estos encinares he podido identificar las siguientes especies vegetales:

Quercus rotundifolia
Cytisus scoparius
Cytisus multiflorus
Crataegus monogyna
Lavandula stoechas  pedunculata
Halimium viscosum
Daphne gnidium
Thymus zygis
Lotus carpetanus
Xolanta gutata
Aira caryophyllea
Anthyllis lotoides
Agrostis castellana
Hypochaeris glabra
Asphodelus microcarpus
Dactylis glomerata
Asparagus acutifolius


















El inventario nos conduce a pensar que podemos encontramos ante la Asociación vegetal típica de encinares sobre suelos silíceos. El análisis florístico de este bosque de la región mediterránea, nos revela la existencia de una etapa final de la sucesión, casi climácica, de la serie supramediterránea salamantina silicícola, de los encinares (Quercus rotundifolia). Se corresponde con un bosque de encinas fruto del abandono del manejo cultural de la dehesa. Se trata de una etapa sucesional muy frecuente en zonas silícicas de las provincias de Salamanca y Ávila, que se caracterizan por la fuerte aridez estival y las moderadas pluviometrías equinociales. Ocupan suelos típicos de la dehesa de encinas como los comentados en la entrada de este blog: Un suelo para la dehesa.


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