Ha sido realizar las primeras salidas al entorno de la vía verde y encontrar elementos del medio natural de enorme interés para la interpretación. La primera incorporación al inventario de herpetofauna ha sido la Ranita de San Antonio (Hyla arborea). Y como siempre, ella anda por las ramas. Una pequeña encina en los margenes de la vía le servía de refugio. El color verde mimético de su piel dificulta mucho su localización entre la vegetación. Sólo una observación detenida de todos los elementos existentes permite hallazgos tan interesantes. Llaman la atención sus dedos provistos de pequeñas ventosas, una cualidad adaptativa que le permite colonizar un nicho tan particular para un anfibio como son las hojas y las ramas de los vegetales.
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