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martes, 4 de febrero de 2014

Ardeidas y humedales

El pasado 2 de febrero se celebró el Día de los Humedales. En esta ocasión la efeméride versó  sobre: “los humedales y la agricultura, juntos en pro del crecimiento”. Los humedales son considerados ecosistemas de gran importancia para muchas especies de flora y fauna, especialmente para muchas aves migratorias que los utilizan como áreas de descanso y alimentación. Las ardeidas como Garcetas grandes, Garzas reales Garcillas bueyeras y Garcetas comunes son aves muy frecuentes en los humedales.

Garceta Grande entre eneas

 Garza Real entre la vegetación de ribera

 Garza Real con un cangrejo rojo

Garcillas bueyeras en marjal

Garcilla bueyera sobre marjal roturado 

Garceta común en llanura mareal costera

Desde los años 70 del siglo XX la conservación de los humedales a nivel mundial se lleva a cabo mediante la llamada Convención Ramsar. Son considerados humedales ambientes costeros y continentales como: ríos, lagos, marismas, deltas, estuarios, pasando por pantanos, embalses y arrozales.
En Castilla y León existen dos humedales incluidos en la lista Ramsar: Las Lagunas de Villafáfila (Zamora) y la Laguna de la Nava (Palencia). Dentro del catálogo de zonas húmedas de Castilla y León existen doce humedades enclavados en la provincia de Salamanca: Laguna de Boada, Laguna del Cristo, Laguna de los Lavajares, Laguna de la Zarza, Charca de la Cerveza, Laguna Grande de Campero, Laguna de la Cervera, Charca del Campo, Laguna de San Marcos, Lagunillas de Hoyamoros, Embalse de Santa Teresa y Azud de Riolobos.

Garza con cigüeñas negras en la Laguna del Cristo

Otras figuras de protección como son los LICs y las ZEPAS dentro de la Red Natura 2000 pueden incluir ecosistemas considerados como humedales. Por ejemplo gran parte del curso del río Tormes está protegido bajo la denominación de LIC Riberas de río Tormes y afluentes.

LIC Riberas del río Tormes y afluentes

Otras muchas áreas húmedas como charcas, pequeñas lagunas y lavajos no corren la misma suerte y no reciben ningún tipo de protección, pero sin embargo pueden jugar un papel esencial para la conservación de muchas especies, no solo de aves sino también de peces, anfibios y plantas halófilas. Aún podemos disfrutar afortunadamente de innumerables láminas de agua con gran riqueza natural. Pero algunos de estos lugares han sufrido fuertes degradaciones al haber sido drenados y desecados para dedicar una mayor superficie a pastos y agricultura. Otros se han convertido en vertederos ilegales y escombreras. La recuperación ambiental de estos enclaves se presume difícil pero no imposible, y para ello tienen mucho que decir Ayuntamientos, Cámaras Agrarias y propietarios privados.

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