En el ecosistema litoral tenemos la oportunidad de observar a una distancia bastante corta a las gaviotas. A pesar de la cercanía en la observación se sigue haciendo dificil distinguir las diferentes especies incluso para ornitólogos experimentados. Especial dificultad existe en la diferenciación entre la gaviota patiamarilla y la gaviota sombría.
La tarea se hace aún más complicada si hablamos de inmaduros ya que existen varios grupos de edad muy similares entre algunas especies.
La gaviota reidora es más sencilla de identificar pero su similitud con la cabecinegra también exige la atención del observador .
Entre los grupos de gaviotas podemos encontrar ejemplares de garceta común. En este caso una garceta común arregla su plumaje junto con un grupo de gaviotas.
En la llanura mareal durante la bajamar limícolas como el correlimos común y el chorlitejo grande aprovechan para alimentarse de invertebrados.
La desembocadura del río Miera en Cantabria es un buen lugar para la observación no sólo de gaviotas, correlimos comunes y chorlitejos grandes, sino también otros limícolas como ostreros europeos o zarapitos reales, entre otros.