Debido al uso generalizado de herbicidas en la agricultura convencional los campos de amapolas (Papaver rhoeas) entre los cultivos de secano se han visto reducidos drásticamente. Como hemos podido observar muchos de los aficionados a la naturaleza que frecuentamos las campiñas salmantinas cada vez son menores las superficies colonizadas por esta planta. No obstante aún existen agricultores que no utilizan herbicidas y nos dan la oportunidad de disfrutar de estos paisajes que parecen que han sido sacados de otros tiempos.
La amapola ha sido una planta acompañante de los cultivos desde los origenes de la agricultura, pero al considerarse por muchos agricultores como una mala hierba, es combatida con el uso de productos fitosanitarios desde el último cuarto de siglo XX. Pero las amapolas son plantas comestibles utilizadas en algunas zonas en la gastronomía popular. Por ejemplo sus semillas son frecuentemente utilizadas en repostería, y los pétalos han sido utilizados en la medicina tradicional.
La práctica del uso de herbicidas, cada vez más generalizada en la agricultura convencional, no sólo elimina plantas como las amapolas sino también otras plantas arvenses como la correhuela (Convolvuris arvensis) o el Altramuz (Lupinus angustifolius).
correhuela (Convolvuris arvensis)
Altramuz (Lupinus angustifolius)
Las plantas arvenses cumplen una labor fundamental en los linderos al servir de refugio a muchas especies de fauna que pueden beneficiar al agricultor en la lucha contra plagas (reptiles, aves insectívoras, etc).
Además las propias plantas arvenses en sí mismas pueden dar un beneficio. Por ejemplo la correhuela puede hacer la función de cultivo trampa ya que la oruga de la mariposa de la correhuela (Agrius convolvuli) se centrará en las plantas de correhuela y no dañará los cultivos. Otro ejemplo es el Altramuz, ésta planta al ser una leguminosa va a favorecer la fijación de nitrógeno en el suelo reduciendo la necesidad de aplicación de abonos nitrogenados en los cultivos.
Luego utilizar herbicidas puede conllevar consecuencias no siempre positivas para el agricultor.
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