Recientemente ha comenzado la temporada hábil de la trucha en los tramos del río Tormes. En noviembre fue aprobada la Orden FYM/991/2013 por la que se establecía la normativa de pesca en Castilla y León durante 2014. Pero a raíz de la Ley 9/2013 de 3 de diciembre de Pesca en Castilla y León dicha orden debía ser revisada. Así después de varios meses de incertidumbre y debates entre aficionados a la pesca, federaciones, y demás grupos implicados, en marzo, a las puertas del comienzo de la temporada fue publicada una Orden definitiva: Orden FYM 1160/2014 de 11 de marzo por la que se establecen las normas reguladoras de la pesca en Castilla y León para la temporada 2014.
Podríamos decir que la novedad más importante es que con carácter general será obligatorio practicar la pesca sin muerte de la trucha común en todas las aguas declaradas trucheras, aunque en determinados lugares dónde sea factible la extracción sostenible del recurso estará permitida la captura de un número determinado de ejemplares. Tal es el caso de algunos cotos o aguas de régimen especial controlado en Castilla y León.
Truchas arcoiris de la temporada 2014
La trucha arcoiris es una especie muy utilizada en acuicultura proclive a escapes al medio natural
Alevines de trucha común
Ejemplar de hucho (arriba) junto a ejemplar de trucha común (abajo)
Según la orden, dos de las especies pescables son la trucha común (Salmo trutta) y la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss). Esta última no es considerada especie exótica invasora a pesar de ser una especie introducida de origen norteamericano. La orden obliga a sacrificar todos los ejemplares de especies exóticas invasoras una vez capturadas, y dado que la trucha arcoiris no es considerada como tal, sí podrá devolverse al río si se practica la pesca sin muerte. Lo mismo sucede con el Salmón del Danubio o hucho (Hucho hucho) cuyo origen es centroeuropeo y es una especie también pescable en Castilla y León.
En cuanto a tallas la trucha arcoiris y el hucho no tienen limitación en los tramos donde se pueden capturar en el Tormes. Sin embargo la trucha común tiene un límite de 21 cm. En lo referente a los cupos de trucha arcoiris y al hucho no existen limitaciones tampoco en el Tormes a excepción de los cotos intensivos de Alba de Tormes y Villagonzalo I en los que se pueden pescar sólo 6 truchas, y 1 hucho en el coto de Villagonzalo II. En lo referido a la provincia de Salamanca la trucha común debe ser devuelta a las aguas trucheras del Tormes desde su entrada en la provincia hasta el Puente de Congosto y desde la presa de Santa Teresa hasta el coto intensivo de Alba de Tormes. Con la excepción del coto del Tormes en el que se podrán capturar 4 ejemplares hasta el 31 de julio. A partir de esa fecha el coto se convierte en “sin muerte” y no se podrá extraer ningún ejemplar. De esta manera se garantiza la sostenibilidad del recurso.
A la luz de la Orden de pesca para 2014 se puede concluir que existe un claro objetivo por parte de la administración: la conservación de las truchas autóctonas en el río Tormes, frente a otras especies de salmónidos introducidos como a trucha arcoiris. El avance hacia una mayor conservación de la trucha autóctona es motivo de satisfacción para los que deseamos un Tormes libre de especies invasoras. Quizás el siguiente paso en la buena gestión para la conservación del recurso sería considerar en el futuro a la trucha arcoiris y al hucho como una especie exótica invasora. Algo lejano debido a los importantes ingresos que supone su pesca en los acotados, y a la demanda de capturas por parte de los pescadores, ya que estas especies alóctonas suelen garantizar buenos lances atrayendo aficionados al entorno rural. El debate entre desarrollo y conservación se muestra una vez más. Y aunque no es materia en esta entrada, la satisfacción se hace extensible a otras especies como la boga de río (Chondrostoma polypelis), cuya recuperación en el Tormes se torna esperanzadora.