Durante esta primavera y lo que llevamos de verano el alcaudón común, quizás por su carácter cosmopolita, ha sido una de las aves que con mayor frecuencia hemos observado. Los bosques de ribera, encinares, los sotos y pastizales con matorral disperso, e incluso las llanuras esteparias y ecotonos adyacentes son algunos de sus hábitats preferidos, no habiendo nosotros observado ninguno aún en entornos urbanos ni zonas verdes del interior de las ciudades. No obstante no descartamos que algún día nos sorprenda alguno.
Llama la atención el aspecto de los juveniles en esta época del año. Existe un gran parecido entre los jóvenes del alcaudón común y los jóvenes de su pariente el alcaudón dorsirrojo. Resulta interesante coger nuestra guía y analizar las zonas del plumaje y las marcas de la cabeza para confirmar que se trata del alcaudón común. Por otra parte, de esas dos especies mencionadas, el alcaudón común es la más frecuente ahora en el centro peninsular, donde nos encontramos. La ubicación geográfica y el hábitat son muy importantes a la hora de descartar especies durante una observación, pero siempre hay que estar atentos, porque puede haber sorpresas de divagaciones o intrusiones en otros hábitats.