Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)

Apenas han pasado tres días desde que mencionábamos el hallazgo de una Ranita de San Antón (Hyla arborea) en la Vía Verde de la Plata por parte del equipo de trabajo del AFE Gestión Ambiental de la Vía Verde de la Plata II. Se trataba de una especie ya documentada con anterioridad en este entorno natural.

No obtante añadir que recientemente se ha inventariado por este mismo equipo una nueva incorporación al registro de anfibios de la Vía Verde de la Plata. El Tritón jaspeado (Triturus marmoratus). Se trata de una especie no encontrada hasta el momento ni por este proyecto ni por otros proyectos similares realizados con anterioridad en este lugar. Este  acontecimiento ha sido uno de esos registros destacados que llenan de satisfacción a los profesionales que tenemos la oportunidad de participar en iniciativas ambientales de este tipo. Hallazgos así son pequeños pasos sí, pero importantes pasos, para seguir con una labor ardua, aunque gratificante, de Gestión Ambiental de un espacio tan extenso como  son los 22 km de este equipamiento ambiental.

El registro continuado de anfibios no hace más que demostrar la buena salud de los pequeños humedales que se encuentran en el entorno de la Vía ya que son bioindicadores de la calidad del hábitat.

La labor de custodia de estos ecosistemas hídricos y la mejora y restauración de aquellos que se encuentren degradados está más que justificada en la Vía Verde de la Plata.

Una de anfibios en la Vía Verde de la Plata

Nunca es mal momento para trabajar en la toma de datos del medio natural en la Gestión y en la Educación Ambiental. Cuando se plantea y organiza una jornada de muestreo, no siempre se alcanzan los objetivos y muchas veces regresas sin registrar ningún hallazgo relevante.

Sin embargo mientras se realizan otras tareas como las acciones de restauración ambiental o actividades de interpretación con itinerarios guiados en el medio, es frecuente encontrarte alguna especie interesante. Ya hemos hablado en este blog de la espontaneidad de la naturaleza y sobre todo de los encuentros con especies ornitológicas que nos han proporcionado momentos inolvidables.

Siempre, sea el recurso que sea el que hallemos, debe registrarse adecuadamente en primer lugar en nuestro cuaderno de campo.  Y este registro se hace aunque el objetivo de nuestra salida al campo fuera otro diferente al del inventariado, porque puede ser que no volvamos a encontrar este recurso.Toda esta información es después muy útil para la gestión ambiental por ejemplo.

He aquí dos ejemplos con dos especies de anfibios.

Realizando labores de restauración ambiental por parte del equipo de Gestión Ambiental de la Vía Verde de la Plata II fue hallada este mes de febrero una ranita de San Antón (Hyla arborea). No pasó inadvertida y se registró en el inventario de anfibios.

Hyla arbórea

Da la casualidad que exactamente en ese mismo lugar en el que este año se halló a la Ranita de San Antón, el año pasado en el mes de abril se registró un Sapo corredor (Bufo calamita) mientras el grupo de trabajo del Proyecto de Gestión Ambiental de la Vía Verde de la Plata I ejecutaba un programa de educación ambiental en un itinerario guiado por la Vía.

Bufo calamita

Casualidad o no, se trata de un lugar muy interesante de la Vía Verde de la Plata  por sus recursos hídricos, vegetales, geológicos y también faunísticos. Espacio útil para la interpretación pero también muy vulnerable, dónde se deben evitar los impactos innecesarios y dónde cualquier medida de restauración y conservación del hábitat es bien recibida.