Suelen ser observaciones más fugaces, sobre todo en las pequeñas aves. En este caso la identificación se torna más difícil; y la posibilidad de que otros observadores que nos acompañen puedan apreciar los detalles, algo prácticamente imposible. Pero gracias a la fotografía digital el trabajo es más fácil. No es necesario que en muchos casos la fotografía sea técnicamente perfecta para inmortalizar ese instante y mostrarlo de inmediato a nuestros acompañantes. De esta manera podremos analizar al ave y disfrutar de los detalles del plumaje durante el vuelo. El documento almacenado en los modernos soportes servirá para un posterior análisis más exhaustivo en el ornenador cuando existan dudas en el campo, y compartir la información igualmente en diferido. Desde luego que las nuevas tecnologías a veces ayudan. Lo saben bien quienes llevan muchos años en esto y han gastado muchos carretes.
Tarabilla norteña
Oropéndola
Mito
Grullas
Cigüeñuelas
Alcaudón Real
Abejaruco
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