En la interpretación ambiental de una ruta o itinerario natural es importante analizar en un diagnóstico previo las infraestructuras y recursos que te ofrece el entorno, para posteriormente desarrollar y ejecutar adecuadamente cualquier actividad que podamos programar.
En esta ocasión haremos mención al lugar conocido en la provincia de Salamanca como “Los Arapiles”, paraje por donde transcurrirá la futura Vía Verde de la Plata (Ruta catalogada como Camino Natural por el MAGRAMA) actualmente en fase de ejecución, y que unirá la Estación de Ferrocarril de Alba de Tormes con la localidad de Carbajosa de la Sagrada.
Otros blogs amigos como “A golpe de Zapatilla” o “Naturaleza y Etnografía” han descrito en sendas entradas el entorno de “Los Arapiles” y sus alrededores bajo diversos prismas. Nosotros daremos aquí otro enfoque desde el punto de vista de la educación ambiental, ya que sin duda la Vía Verde pondrá en valor muchos recursos, siendo los recursos ambientales los que deben ocupar un protagonismo indiscutible en cualquier planificación de la ruta.
El topónimo Arapil significa “cerro o montículo aislado en la llanura” y existen varios ejemplos en Salamanca. En las inmediaciones de Alba de Tormes está el Arapil de Amatos, cerro de escasa entidad en la margen derecha del Tormes. Pero el más conocido sin duda es el de Los Arapiles, que es un orónimo que da nombre a los dos cerros enfrentados en plena llanura Salmantina: Arapil grande y Arapil chico (Antonio Llorente Maldonado. Toponimia Salmantina. Ed. Diputación de Salamanca).
Al hablar de Los Arapiles la referencia al hecho histórico de la batalla que allí aconteció en 1812 suele ser casi siempre la más utilizada. Pero también pueden referirse al núcleo de población de Arapiles, muy cercano al lugar de la batalla.
Sin embargo en este lugar muy pocos reconocen que en realidad son tres y no dos Los Arapiles. El tercer Arapil es el conocido por los lugareños como Arapil de las Fuentes y está situado al norte del Arapil chico.
El entorno del Arapil de las Fuentes, aunque de menor transcendencia histórica, es sin embargo muy interesante desde un punto de vista de la interpretación ambiental. Sin menoscabar el enorme interés geológico y de geomorfología y paisaje, hay que destacar allí diversos afloramientos de agua subterránea que dan origen a numerosos manantiales. El más destacado es una fuente, seguramente de origen medieval, que mantiene un caudal de agua incluso en los meses estivales. Esta aporta agua a la llamada Charca del Pozo.
El recurso hídrico puede ser de un enorme interés en la interpretación ambiental. Casi siempre al interpretar el medio se piensa en grandes masas de agua, pero los manantiales además de ser un recurso natural son un patrimonio cultural y etnográfico de primera línea. Son lugares a conservar y proteger ya que su puesta en valor a través de itinerarios interpretativos como la Vía Verde generan interés entre sus usuarios.
Desde un punto de vista ambiental estos manantiales de Los Arapiles cobran aún mayor importancia para su conservación ya que son el hábitat de Ranunculus batrachioides spp Brachypodus, endemismo ibérico y norteafricano incluido en la Lista Roja de Flora Vascular amenazada en la categoría de Vulnerable y en el Anexo II de especies vulnerables del Catálogo de Flora protegida de Castilla y León (Decreto 63/2007). Además el hábitat donde se encuentra es un hábitat prioritario dentro de la Directiva Hábitats (3170* Estanques temporales mediterráneos).
Otros recursos que no deben desdeñarse en cualquier itinerario interpretativo de la Vía Verde al transcurrir por este emplazamiento son:
El sitio histórico de la batalla de los Arapiles, como en este caso el Arapil Chico, posición del ejercito aliado en 1812.
El paisaje de la interfase urbano-rural en los límites con el término municipal de Carbajosa de la Sagrada.
El entorno ofrece al usuario de la vía unidades homogéneas que muestran la accción de la erosión, la vegetación y los diferentes usos del territorio que el ser humano ha ejercido a lo largo de la historia, y que han modelado el paisaje.
El recurso ornitológico no debe ser despreciado ya que en este emplazamiento de localizan lugares de mucho interés para la observación de aves. Los aláuridos como esta Cogujada son muy frecuentes pero también aves como el abejaruco (existe una colonia importante de esta ave), la perdiz roja, etc.
Los mamíferos como el conejo pueden observarse fácilmente en los márgenes de la Vía.
En el Arapil Grande se recuerda la victoria aliada sobre las tropas francesas.
Comunidades de Ulex europaeus ocupan importantes rodales. Es un indicador de suelos ácidos frecuente en el noroeste peninsular, pero poco habitual en latitudes tan bajas como Salamanca.
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