De forma acrobática, se alimentan de las semillas de plantas de la familia de las betuláceas como el aliso (Alnus glutinosa). Precisamente estos árboles florecen en pleno invierno con sus inflorescencias masculinas en forma de amentos, mientras aún perduran en las ramas las inflorescencias femeninas del año anterior que son las portadoras de las semillas que nutren a los lúganos.
El mantenimiento de las alisedas en nuestras riberas es fundamental si queremos que nos sigan visitando estos ágiles fringílidos centroeuropeos. Una enfermedad fúngica en los alisos está amenazando a esta especie en nuestras riberas, sin desdeñar la gran amenaza que supone la eliminación de amplias superficies de alisedas que han sido sustituidas por chopos de producción.
Estrenando el teles
ResponderEliminar