A mi juicio, una de las aves más bellas de la fauna ornitológica existente en nuestra región es la Oropéndola europea (Oriolus oriolus). Estrictamente, en efecto, las oropéndolas que se observan en la península son europeas ya que nacen aquí, aunque como sabemos vive en África gran parte del año.
La Oropéndola es muy dificil de observar y aún más de fotografiar. No obstante durante el periodo de cría, (desde el mes de mayo hasta el mes de julio) es cuando más se nota su presencia sobre todo debido a su canto, que la delata entre la fronda del bosque de ribera (entre alisos, chopos y fresnos). El sentido del oído es muy útil a la hora de poder localizar un ave, y no sólo el sendido de la vista debería utilizarse. Eso sí, para ello como en todo, se necesita un buen entrenamiento y conocer los diferentes cantos y reclamos de las especies. Hemos podido observar que en agosto en el Tormes y sus afluentes apenas se oye el canto de la oropéndola anque sí es audible un reclamo muy característico que puede servir también para localizarla.
Este verano la oropéndola se me ha resistido en numerosas salidas al campo y no ha sido ya casi hasta el final del verano cuando me ha dado la oportunidad de observarla con detenimiento e incluso fotografiarla a orillas del Tormes.
La Oropéndola es una ave con distribución en la Europa continental. Prácticamente está ausente en las Islas Británicas y Escandinavia. Sólo ejemplares divagantes aparacen a veces allí. De ahí que los aficionados británicos viajen al continente sólo para observarla. Su alimentación está basada en orugas e insectos voladores al principio del verano, y bayas y frutos al final del verano como: higos, aligustres, etc. Saber un lugar que frecuenten para su alimentación también puede ayudarnos a escoger un buen punto de observación procurando molestarlas lo menos posible.
Las oropéndolas emigran al Africa tropical desde septiembre hasta marzo. Hay quienes afirman que realizan sus viajes durante la noche y descansan durante el día en zonas con vegetación, pero el paso del desierto del Sahara desde luego debe ser toda una aventura. Las poblaciones de la Europa occidental seguramente tengan como destino para sus cuarteles de invierno paises como Senegal, Gambia, Burkina Faso,Costa de Marfil, Ghana, Togo o Benín, realizando una trayectoria en su viaje practicamante meridiana. Un caso más de que para el medio ambiente no existen fronteras. Para que nosotros podamos disfrutar de la presencia de oropéndolas en la Península Ibérica nos interesa que su habitat natural sea conservado en paises como por ejemplo Costa de Marfil. Pero también para que la disfruten en África, en Europa habrá que cuidar sus zonas de cría y en especial los bosques de ribera.