La zorra no quiere que la vean, se mueve con sigilo. Pero no puede evitar regresar una y otra vez a su madriguera. El observador de la naturaleza encuentra aquí su oportunidad de disfrutar de este bello animal, pero siempre respetando su espacio, y por supuesto, no acercándose nunca al lugar donde esconde a los zorritos.
En este caso a la zorra la pudimos observar aunque no sabíamos exactamente dónde escondía a sus crías. Seguramente en algún zarzal, o bajo alguna vieja arqueta de regadío. Hay que saber qué límites no debemos sobrepasar a la hora de observar a los animales en su medio. La tentación es muy grande pero lo es más el respeto por su bienestar.
Sólo espero que pueda sacar adelante a sus crías sanas y salvas, y que nadie halle la camada y dé al traste con el trabajo incesante de esta incansable zorra, que sin ninguna duda debe estar dando buena cuenta de los topillos que comienzan a abundar ya. No hay mejor lucha contra los topillos en una zona que una zorra con una camada que alimentar.
En los campos no se quiere veneno, algunos tampoco quieren zorros porque se tienen la falsa creencia que así habrá más caza. El mejor veneno sin duda son los depredadores del topillo: zorros, aguiluchos, ratoneros, etc. Respetémoslos.
Aún viene a mi memoria la historia de la “vieja loba” de la serie El Hombre y la Tierra. Al final los lobeznos fueron tristemente localizados y cayeron en las manos del alimañero. Espero que en esta ocasión no pase lo mismo.
you certainly captured the fox in action Santi; well done
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