Otra bella mariposa que hemos podido encontrar en la provincia de Salamanca es la mariposa Inachis io. Se trata de una mariposa bastante frecuente en Europa aunque más escasa en Escandinavia y en la mayoría de la Península Ibérica. En este sentido tenemos que decir que ciertamente nunca nos habíamos topado hasta la fecha con esta especie en nuestras salidas al campo. Y una ocasión como esta bien merece un post.
Inachis io en Mentha suaveolens
El lugar donde hemos realizado esta observación ha sido un hábitat de pradera húmeda próximo a un bosque de ribera del río Tormes. Podríamos identificarlo, debido a las características de la vegetación, como la asociación Mentho suaveolentis-Juncetum inflexi ya que observamos en el lugar especies como: Juncus inflexus, Mentha suaveolens, Equisetum ramossisimum, Plantago major, Juncus acutiflorus, Dactylis glomerata, Urtica dioica, Hordeum murinum, Rumex conglomeratus, Oenanthe crocata, Convolvulus arvensis y Galium aparine. Hallarla en este hábitat tiene su lógica ya que sus orugas se alimentan básicamente de ortigas (Urtica dioica). Mencionar también que estas praderas de las que hablamos apenas han sufrido alteraciones al hallarse en una zona dónde no se realizan actividades ni agrícolas ni ganaderas desde hace más de 30 años. La ausencia de insecticidas y de roturaciones sin duda son un beneficio para especies como la mariposa que mencionamos.
La riqueza en biodiversidad está muy relacionada con la conservación de los hábitats naturales originales. La conservación de corredores naturales y zonas de reserva van a favorecer la reproducción y la alimentación de muchas especies de fauna, desde los pequeños insectos hasta los grandes mamíferos. Los hábitats asociados a vegetación climatófila suelen aspirar en muchos lugares a desarrollar ambientes climácicos sobre todo donde no existe una rentabilidad o aprovechamiento que pueda romper las etapas de la sucesión vegetal. Sin embargo, especial interés tienen para nosotros los hábitats asociados a vegetación ribereña edafohigrófila por ser hábitats que normalmente sufren una mayor degradación. La cercanía a los cursos de agua, la extracción de áridos y la fertilidad del suelo hacen que los hábitats ribereños queden reducidos a franjas minúsculas insuficientes para albergar toda la biodiversidad que son capaces de contener. Los terrenos públicos cercanos a las riberas, por sus características en cuanto al uso del suelo, son una buena oportunidad para la creación de corredores y zonas de reserva donde poder conservar hábitats originales ausentes de degradación. Otra cuestión sería hablar de la fragmentación de estos hábitats, otro de los problemas ambientales más acuciantes. Por ello es interesante que cualquier zona con expectativas a ser conservada esté conectada a otra mediante un corredor que bien puede ser un curso fluvial, un bosque, un humedal, etc...