Recursos medioambientales

Blog de Santiago Domínguez Martín

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domingo, 30 de marzo de 2014

Especies invasoras vs especies autóctonas (Trucha arcoiris vs Trucha común)

Recientemente ha comenzado la temporada hábil de la trucha en los tramos del río Tormes. En noviembre fue aprobada la Orden FYM/991/2013 por la que se establecía la normativa de pesca en Castilla y León durante 2014. Pero a raíz de la Ley 9/2013 de 3 de diciembre de Pesca en Castilla y León dicha orden debía ser revisada. Así después de varios meses de incertidumbre y debates entre aficionados a la pesca, federaciones, y demás grupos implicados, en marzo, a las puertas del comienzo de la temporada fue publicada una Orden definitiva: Orden FYM 1160/2014 de 11 de marzo por la que se establecen las normas reguladoras de la pesca en Castilla y León para la temporada 2014.
Podríamos decir que la novedad más importante es que con carácter general será obligatorio practicar la pesca sin muerte de la trucha común en todas las aguas declaradas trucheras, aunque en determinados lugares dónde sea factible la extracción sostenible del recurso estará permitida la captura de un número determinado de ejemplares. Tal es el caso de algunos cotos o aguas de régimen especial controlado en Castilla y León.


Truchas arcoiris de la temporada 2014

La trucha arcoiris es una especie muy utilizada en acuicultura proclive a escapes al medio natural

Alevines de trucha común

Ejemplar de hucho (arriba) junto a ejemplar de trucha común (abajo)

Según la orden, dos de las especies pescables son la trucha común (Salmo trutta) y la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss). Esta última no es considerada especie exótica invasora a pesar de ser una especie introducida de origen norteamericano. La orden obliga a sacrificar todos los ejemplares de especies exóticas invasoras una vez capturadas, y dado que la trucha arcoiris no es considerada como tal, sí podrá devolverse al río si se practica la pesca sin muerte. Lo mismo sucede con el Salmón del Danubio o hucho (Hucho hucho) cuyo origen es centroeuropeo y es una especie también pescable en Castilla y León.
En cuanto a tallas la trucha arcoiris y el hucho no tienen limitación en los tramos donde se pueden capturar en el Tormes. Sin embargo la trucha común tiene un límite de 21 cm. En lo referente a los cupos de trucha arcoiris y al hucho no existen limitaciones tampoco en el Tormes a excepción de los cotos intensivos de Alba de Tormes y Villagonzalo I en los que se pueden pescar sólo 6 truchas, y 1 hucho en el coto de Villagonzalo II. En lo referido a la provincia de Salamanca la trucha común debe ser devuelta a las aguas trucheras del Tormes desde su entrada en la provincia hasta el Puente de Congosto y desde la presa de Santa Teresa hasta el coto intensivo de Alba de Tormes. Con la excepción del coto del Tormes en el que se podrán capturar 4 ejemplares hasta el 31 de julio. A partir de esa fecha el coto se convierte en “sin muerte” y no se podrá extraer ningún ejemplar. De esta manera se garantiza la sostenibilidad del recurso.
A la luz de la Orden de pesca para 2014 se puede concluir que existe un claro objetivo por parte de la administración: la conservación de las truchas autóctonas en el río Tormes, frente a otras especies de salmónidos introducidos como a trucha arcoiris. El avance hacia una mayor conservación de la trucha autóctona es motivo de satisfacción para los que deseamos un Tormes libre de especies invasoras. Quizás el siguiente paso en la buena gestión para la conservación del recurso sería considerar en el futuro a la trucha arcoiris y al hucho como una especie exótica invasora. Algo lejano debido a los importantes ingresos que supone su pesca en los acotados, y a la demanda de capturas por parte de los pescadores, ya que estas especies alóctonas suelen garantizar buenos lances atrayendo aficionados al entorno rural. El debate entre desarrollo y conservación se muestra una vez más. Y aunque no es materia en esta entrada, la satisfacción se hace extensible a otras especies como la boga de río (Chondrostoma polypelis), cuya recuperación en el Tormes se torna esperanzadora.

domingo, 23 de marzo de 2014

Milano negro (Milvus migrans)

Ya se encuentran entre nosotros los milanos negros (Milvus migrans) después de pasar el invierno en África occidental. Cada primavera realizan su periplo cruzando el desierto y el estrecho de Gibraltar para anidar en Europa.
Estos días he podido observar a una pareja de Milanos negros que se encuentran en pleno apogeo nidificante. Avisté varias cópulas, escenas de caza y bellas cebas nupciales en su territorio, aunque  no he podido localizar el lugar exacto de su nido.  Quizás en algún barrido con el telescopio un día tenga suerte y lo halle, pero bueno, al fin y al cabo eso no es tan importante, prefiero dejarles tranquilos. Me conformo por este año.

Hembra de milano negro


Macho de milano negro

Cópula

jueves, 13 de marzo de 2014

Parque Nacional de Monfragüe

El Parque Nacional de Monfragüe es todo un privilegio que podemos disfrutar a escasa distancia de Salamanca. Sobre todo ofrece la posibididad de observar aves de gran interés incluso a nivel mundial. Nuestra jornada pajarera se puede calificar de satisfactoria con un check list de rapaces que bien podría envidiar cualquier aficionado Británico: Buitre leonado, Buitre negro, Alimoche, Águila Real, Águila Imperial Ibérica, Halcón peregrino, Culebrera europea, Cernícalo vulgar, Milano negro.... Otras especies de gran interés a añadir a la lista son la Cigüeña negra, el avión roquero, la golondrina dáurica, rabilargo, o el roquero solitario; sin menosperciar especies como el escribano soteño, escribano montesino, pinzón vulgar, herrerillo común, colirrojo tizón, jilguero, pardillo, mirlo común o alcaudón real meridional entre otros.


Rabilargos

Águila Real

Águila Real

Águila Imperial Ibérica

Águila Imperial Ibérica

Alimoche

Buitre leonado

Buitre leonado

Buitre leonado

Buitre negro

Buitre negro

Buitre negro

Pareja de cigüeña negra

Macho de Roquero solitario 

Escribano montesino

Otro Buitre leonado


La experiencia  es más completa aún cuando se intercambian conocimientos y experiencias con las personas que comparten puesto de observación con nosotros. Grandes aficionados que vienen de paises como Reino Unido, Holanda o Alemania para ver las aves de este espacio natural. Son personas muy interesadas en conocer las riquezas naturales de nuestro país cómo hemos podido comprobar durante las conversaciones mantenidas a pie de observatorio.Sólo es un simple dato, pero no hemos hallado nada más que grupos de extranjeros a lo largo de esta jornada, sólo ha habido una excepción, un grupo de niños y sus monitores, que realizaron una parada en uno de los puntos de observación de mayor fama: "El Salto del Gitano". Otro dato, los grupos de extranjeros iban acompañados de sus guías, y pudimos apreciar que eran ingleses.   

miércoles, 5 de marzo de 2014

La Bellota, algo más que un fruto

La bellota es un fruto de los denominados secos. De una sola semilla que no se abre en la madurez, es común para todas las especies vegetales del género Quercus (Encinas, alcornoques, robles, quejigos, coscojas…). Estas especies pertenecen todas ellas a la familia de las fagáceas, uno de los archiconocidos grupos dentro del reino vegetal (clasificadas como Angiospermas dicotiledóneas hemamélidas). Las quercinias, como vegetación potencial, constituyen las especies principales de los bosques esclerófilos de las respectivas series de los encinares, alcornocales, robledales…de la provincia ibérica occidental, donde se encuentra localizado el sector salmantino entre otros.
La bellota es el medio de reproducción sexual del género Quercus, jugando su dispersión un papel esencial en la expansión de este tipo de bosques en la Península Ibérica. En los mecanismos de dispersión a veces participan otros seres vivos como las aves, como el caso del arrendajo, ya comentado en una entrada antigua de este blog.
Pero la bellota es un recurso fundamental también para el ser humano ya que sirve de alimento a gran cantidad de especies cinegéticas y ganaderas. Tal es su consumo, que la merma en su función reproductora puede afectar a la capacidad de regeneración de nuevos plantones de forma natural. En ocasiones hay que optar por una siembra de plantones para garantizar la regeneración.



Plantón de alcornoque (Quercus suber)


Bellotas germinadas de alcornoque (Quercus suber) para su siembra


Plantón de encina (Quercus ilex)


bellotas germinadas de encina (Quercus ilex) para su siembra


Plantón de quejigo (Quercus faginea)

Bellota de quejigo (Quercus faginea) sembrada 


Fruto de este y otros aprovechamientos (leña, pasto extensivo, cisco, hongos, etc) de los bosques esclerófilos ha existido una modelación del paisaje que ha dado lugar a la formación de la dehesa. Diferentes tratamientos culturales y manejos aplicados en la vegetación natural durante siglos han creado formaciones más aclaradas, con densidades de pies capaces de compaginar los diferentes aprovechamientos entre los que tiene un papel destacado la montanera.


Bosque joven de encinas aclarado para ser convertido en dehesa


Dehesa salmantina bien conservada aunque con escasa regeneración, dedicada al ganado bravo


Actualmente ha cobrado un gran interés el aprovechamiento de la bellota, en tanto en cuanto se ha convertido en un factor limitante para optar a la máxima certificación de calidad para el cerdo ibérico a raíz de la publicación del R.D. 4/2014 que regula la obtención de productos del cerdo ibérico en España. Este R.D. ha generado un debate entre los diferentes modelos productivos. Las diferencias surgidas guardan relación con la cuestión del porcentaje de la raza ibérica, pesos, tiempos, carga, etc, pero sobre todo, y lo que más nos ataña, en relación a la alimentación y manejo de los cerdos en la dehesa. De un análisis sucinto de la norma (Real Decreto 4/2014, de 10 de enero, por el que se aprueba la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico) podemos extraer algunas alusiones a la bellota, la dehesa y la montanera:

 En cuanto a los modelos productivos se ha puesto en evidencia la necesidad de modificar las condiciones de manejo y alimentación de los animales en cada uno de ellos, así como la de reducir la carga ganadera autorizada en el sistema de aprovechamiento de la dehesa, con el fin de evitar el posible deterioro del ecosistema

“Las parcelas y recintos utilizados para la alimentación de cerdos ibéricos aptos para elaborar productos con la mención “de bellota” estén identificados en la “capa de montanera” del SIGPAC, incluido el control de la superficie arbolada cubierta existente, con el fin de asegurar que la alimentación de los animales se realice a base del aprovechamiento de la bellota y mejorando su contribución al ecosistema de dehesa ibérica”.

“Dehesa, es el área geográfica con predominio de un sistema agroforestal de uso y gestión de la tierra basado principalmente en la explotación ganadera extensiva de una superficie continua de pastizal y arbolado mediterráneo, ocupada fundamentalmente por especies frondosas del género Quercus, en la que es manifiesta la acción del hombre para su conservación y perdurabilidad, y con una cubierta arbolada media por explotación de, al menos, 10 árboles por hectárea de dicho género en producción”.

“Montanera es el régimen de alimentación de los animales basado en el aprovechamiento de los recursos de bellota y pastizal propios de la dehesa en España y Portugal”.

“Dehesa o montanera, que quedan reservadas exclusivamente a la designación “de bellota””..

“El aprovechamiento de los recursos de la dehesa en época de montanera deberá realizarse teniendo en cuenta la superficie arbolada cubierta de la parcela o recinto y la carga ganadera máxima admisible que figura en el anexo de este Real decreto, modulada en su caso a la baja en función de la disponibilidad de bellota del año”.


Lo que parece claro es que cualquier modelo de producción basado en la bellota necesitará una gran superficie de dehesa. Las zonas de mayor producción con la calificación “de bellota” serán aquellas de mayor superficie de montanera según la capa del SIGPAC.
En el pasado existieron diversas políticas agrarias de favorecimiento o destrucción de zonas adehesadas en función de los intereses del momento. Muchas zonas fueron roturadas para ser dedicadas a la agricultura mientras que otras zonas mantuvieron los manejos propios de la dehesa. La tipología de los suelos fue un factor primordial (ver entrada “un suelo para la dehesa”). La labor de muchos de nuestros antepasados hizo que hoy persistan las superficies adehesadas que conocemos.
La provincia de Salamanca aún puede presumir de gran superficie para la montanera. Pero existen zonas en España que en el pasado apostaron más por mantener las dehesas y su superficie disponible aún es mayor que en nuestra provincia. De haber optado por un modelo agrario con menos roturaciones y por más regeneración de pies en el pasado ¿Tendríamos mayor superficie de dehesa actualmente en Salamanca, y por lo tanto más capacidad para la montanera?. La lógica nos dice que sí.
Recientemente ha habido actuaciones para favorecer el aumento de la superficie arbolada, como son las ayudas anuales para la reforestación de tierras agrícolas de la Junta de Castilla y León, o las medidas de la Política Agraria Común de reparto de plantones para la implantación de especies arbóreas en tierras agrícolas. En los llamados Cuadernos de Zona de la Junta de Castilla y León se fijan las estaciones recomendadas para cada lugar, que permiten la elección ecológicamente correcta de la especie a implantar. Las estaciones que contengan como especies aconsejables encinas, alcornoques o quejigos bien pueden ser claros ejemplos de plantaciones que den lugar a las futuras dehesas susceptibles de usarse como montanera.
Además de las ayudas también puede existir otra opción, la iniciativa particular de implantar plantones de encina en suelos abandonados, dedicados a pastizales o a la agricultura, por ejemplo. Para lo cual es necesario estudiar si en la zona son necesarias autorizaciones administrativas, y utilizar siempre plantones procedentes de semillas autóctonas o certificadas.
Siempre hay que saber que si se planta una encina el beneficio es a largo plazo, incluso intergeneracional; algo difícil de entender hoy en día que se quiere obtener el beneficio de manera inmediata.
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